Ecos del «Terra Prim»

Fiesta mayor de verano del 1956

Por Teodoro Planas

En el verano del pasado año de 1955, salió a la luz
pública
en Massanet de Cabrenys,  un volumen de poesía,
adornado con una profusión de logrados dibujos y con el
título «Aures de Cabrenys». Sus autores,  bien conocedores
de la villa pirenaica
y sus alrededores, tienen el proyecto
de publi
car otros volúmenes.

* * *

De las andanzas de la zorra

De cara a los gallineros,  la zorra está haciendo de las
suyas
y campa por estos parajes como reina y señora de
los mismos. No se la escopetea; pocos la persiguen y el
la
continua persiguiendo a las gallinas, cuando no asaltando
los mismos corrales
.

De sus redadas en lo que llevamos transcurrido en el
presente año, damos una ligera información:  

 

Manso «Quera», La Bajol, 15 gallinas.

         »         <Guíxater», La Bajol, 13 gallinas.

         »        «Barrís», La Bajol, 18 gallinas.

         »       «Martl», La Bajol, 12 gallinas.

         »       «Cros», Darnius, 10 gallinas.

         »        «can Mas», Darnius, 10 gallinas.

         »         «Puíg de can Heras», Darnius, 15 gallinas.

         »       «Els Ors», Albañá, 11 gallinas.

         »       «El Roquet», Massanet de Cabrenys, 12 gallinas.

         »       «La Gabarra», Massanet de Cahrenys, 14 gallinas.

         »          «Genis», Agullana, 11 gallinas.

         »      «Can Xom), Agullana, 12 gallinas.

 

De continuar haríamos esta lista interminable. Porque
la zorra con su peculiar astucia,  asola como una tempestad
de pedrisco, los ga
llineros de nuestras masias.  Ella es un

enemigo implacable y la que reporta más quebraderos de
cabeza a nuestras hacendosas «masoveres».

 

En pleno bosque persigue sin descanso y luego se come
a los conejos y a las perdices, con más afán que el paladar
más refinado, gustaría de una fuente de caracoles guisado
con aquella salsa casera, tan bien servidos en
can Roger o
en
cal Ratero.

 

¡Ah! ... ¡Con sus prisas, la muy golosa cómo disfruta!

Apretando sus duras quijadas, con sus finos colmillos rom-
pe los tiernos huesos como si descascaran unas nueces.
Si uno tiene la suerte de poder espiarla bien escondido,
puede oirse perfectamente el
ric rac de sus mandíbulas,
que hacen un ruido comparado con el de las más finas
tijeras del más diestro esquila mulos.

 

Cuando está en plena cría, aumentan aún más sus fe-
chorías, por el afán de procurar a sus retoños abundantes
y ricos alimentos. Y en estas circunstancias se halla un
par de veces al año, puesto que la zorra generalmente
cría al empezar la primavera yen los comienzos de otoño.
Ello parece dar a entender, que al llegar a los rigores
tanto del verano como del invierno, quiere tener crecida
su prole, para volver a estar libre
y rondar de nuevo a
sus anchas.

 

Años atrás, la piel de zorra tenía un gran valor. Era
moda en París
y en el Ampurdán, la joven o señora que
se adornaba el cuello con una piel de zorra, cayéndole su
larga cola, era considerada como poseedora de muchas
onzas, a la vez que conceptuada como mujer elegante.

 

Para que una piel de zorra sea aprovechable y por lo
tanto no le caiga el pelo, tiene que ser muerta en pleno
invierno
. Actualmente la piel de zorra no tiene mucha
aceptación en el mercado
y la moda de las mismas ha
quedado en desuso. Al haber desaparecido en el adorno
de nuestras mujeres, su cotización es casi nula. Las mo-
distas
y las revistas de moda no nos explican como ha

quedado relegado su uso. Nosotros nos tememos, lo haya
motivado la moda de los grandes escotes, puesto que,
incluso en pleno invierno, las damas más distinguidas,
tienen declarada la huelga del hambre a los fabricantes
de telas de Sabadell y Tarrasa.

 

El macho, es el que podríamos llamar el jefe de la

cuadrilla. Así lo apunta ya la popular canción:

 

La quadrilla de la quilla
és la mes lladre que hi ha:
ni de Creixell, la quadrilla
que del Rellolger n'hi ha
.

 

Y ahora dejad hacernos nuestro comentario. Para cazar
y procurar exterminar la zorra de nuestras comarcas,
sería conveniente un permiso ilimitado concedido a los
colonos de los mansos y a los cazadores en general
. Que
los Ayuntamientos, propietarios y la Sociedad de Caza-
dores del Alto Ampurdán, crearan unos premios en
"estre-
cha colaboración, para los que lograran capturar o matar
algún ejemplar, al propio tiempo que el honorable Cuerpo
de la Guardia Civil, prestara a ello su colaboración. De
lo contrario, entre este afán de muchos colonos de tras-
pasar la frontera y otros motivos de índole económica,
pronto se irá notando el éxodo y quedarán cerradas mu-
chas masías de las partes altas de la Comarca.

 

¿No será posible que alguien emprenda y canalice esta
lucha contra la zorra?

 

Si remitiéndonos a la historia, hará unos noventa años,
se logró acabar con la plaga de los feroces lobos, ¿no sería
posible hacerla ahora con las zorras?

 

Los elementos antes aludidos y todo el mundo que
quiera
y vele por la vida económica de la comarca del
«Terra Prim», tienen la palabra
.

* * *

 

Se trabaja con intensidad en las minas de cobre de
Montdevá. De antiq
uísimo historial, parece que su explo-
tación se inició después del desembarco de los griegos en
Ampurias. Se cuenta que en aquellos tiempos, un técnico
dispuso hacer fundir las incrustaciones en la misma boca
de la mina, mediante la aplicación del fuego
mantenido
con grandes troncos y haces de ramas, al objeto de extraer
la parte de metal que contenían. De esta forma tenían dos
gana
ncias: reblandecian las piedras y aprovechaban el me-
tal que f
luía de las mismas.

 

s tarde, empezaron a emplear carbón, uttilizando el
de raíz de brezo -tan abundante e
n nuestros bosques-
cuya cocción la efectuaban en u
n hoyo practicado en la
m
isma tierra (la clotxa) adosando el horno en la misma roca.

 

El mayor auge en la explotación de dichas minas, fué
en tie
mpos del Rey Carlos III, fundador de la fábrica o
forja de San Sebastián. que reinó desde el año 1759 al 1788.
En el a
ño 1855, un grupo de San Lorenzo de la Muga intcr-
vino e
n la explotación, cuya dirección asumió el padre del
conocido i
ndustrial de aquella villa, Emilio Tou, a fin de
obtener materia prima para hacer funcionar la
Farqa de
co
bre o la Cademont.

 

En el año 1826 unos trapisondes de Boadella y Terrades
re
buscaban alli sin permiso ni control de nadie y se lleva-
ban e
l mineral a las cuevas del Cau del Ciri, Cardeoella y
Vora Major, situadas en la montaña de Santa Magdalena,
donde
tenían los utensilios de hacer moneda falsa. Aunque
era
n muy bribones, fueron descubiertos y detenidos por
los mo
zos de Escuadra, y mientras unos dieron con sus
huesos en la cárce
l por largo tiempo, los otros pies que
te qu
iero para Francia, siendo después, algunos de ellos,
de
la pandilla de los trabucaires que desde las guaridas de
Murallás y
Les Illes, dirigían y ejecutaban les fechorías
de esta banda del «Terra Prirn».

 

A propósito recordamos el secuestro y martirio del

hereu Massot de Darnius en las cuevas salvajes del Puig de
Bassegoda
y la detención del hacendado hijo de Llers,
Pedro Molar y Martí en su propio manso del
Gaspar, del
término de Massanet de Cabren
ys, de donde se les escapó
saltando por una ventana en plena noche, huyendo bosques
a través gracias. a ser muy conocedor del país, yendo a
parar al amanecer en la masía de la Trilla de Carbonils
donde fué atendido y alimentado, siendo después acompa-
ñado a Llers donde su familia hacía días que estaba ansio-
sa; sus hijitos, hermanos Enrique y BaItasar Molar Vidal,
ya lo lloraban como desaparecido.

 

Volviendo al filo de las minas, en el año 1901 una com-
p
añía inglesa con un ingeniero de aquel país en la direc-
ción, trabajó mucho, edificando en el llano del
Rimal
muchas dependencias y un molino para la manipulación
del mineral. También se hacian las operaciones del lavado,
que po
r cierto era trabajo de mucho cuidado, pues dejó
dos dedos de la mano una mujer hija de San Lorenzo,
esposa del herrero Tom
ás Buxeda y que falleció en Terra-
das en el año 1914.

 

El ingeniero se hospedaba en la fonda de can Farlinqo,
la mejor de la villa. Y para mejor combinación, su· propie-
tario, Juan Lluis Vilanov
a, tenía además el estanco, pana-
dería y toda clase de comestibles, era Secretario del Ayun-
tamiento
y administrador de algunas mansos; casado con
una hija de Montada, el propietario más rico de la masía.
Montada siempre era Alcalde y huelga decir que con el
S
ecretario llevaban escrupulosamente la administración
de la villa
.

 

El citado ingeniero era un joven de unos 21 años, guapo
y bien plantado, que era la admiración de las chicas más
presumidas.

 

En aquel periodo, entre hombres y mujeres, estaban
empleadas unas 18 personas. El trabajo duró tres o cuatro
años
y después quedó suspendído debido, se dice, a que un

barco cargado de material, pasado el estrecho de Gibraltar
el Atlántico se lo tragó. Se puede decir que desde entonces

se ha venido trabajando, aunque muchas veces a intervalos
.

 

El malogrado financiero, señor marqués de Robert,

hombre de múltiples empresas, oriundo de Torroella de
Montgrí, habia tenido la concesión allá por el año de 1940.
Tenía de encargado a un tal Roig que era hijo de Palam
ós,
muy entendido
y buena persona.

 

Eramos amigos y se hospedaba en casa del Til Gall de
San Lorenzo de la Muga y nos había dicho que para poner
las minas en pleno rendimiento era necesario: Actividad
entre los trabajadores; capital; buena carretera
; sangrar
los pozos e instalación de fuerza eléctrica.

 

Tal lo altre vindria a punt
com el blat al J
uny.

 

En Roig falleció hace cosa de cuatro años. Sean símbolo
de recuerdo y expresión de amistad estas líneas.

 

Desde el año 1953, las minas están en plena actividad, y
por ello mi enhorabuena más cordial a la empresa Benito
Fernández González, con domicilio social en la calle Mayor
del pueblo de Darnius
.

 

 

TEODORO PLANAS.